CL 12 B 57

Inmueble de 2 pisos paramentado en un predio esquinero con forma irregular, cuyas dimensiones son: frente de 14.89 m y fondo de 10.18 m, logrando una proporción de 1 a 1.74 veces aproximadamente, con frentes sobre la Carrera 1 y la Calle 12 B. La ocupación del predio se realiza a través de un volumen con patio en la esquina suroriental. Desde la calle se accede directamente a la sala a través del vano central; cuenta por el costado sur con un comedor, baños y escaleras de dos tramos al segundo piso en la esquina, y otro espacio por el norte, con un acceso adicional a través de un zaguán. La fachada consta de 2 pisos con vanos verticales, zócalo rematado por una moldura, y remate en alero de caja revocado con canal metálica. Está resuelta en 1 plano de paramento con 2 volúmenes en voladizo en segundo piso, y tiene énfasis en simetría con algunos elementos desplazados de los 5 ejes principales que la estructuran. En primer piso cuenta con un vano de acceso en el primer eje al norte, 1 de ventana y 1 de acceso en el segundo, 1 de acceso en el central, 1 de ventana en el siguiente (el último no cuenta con vanos). En segundo piso cuenta con 1 vano de ventana en el primer eje al norte, 1 cuerpo en voladizo sobre el paramento en mampostería apoyado sobre 3 repisas escalonadas, y con 3 vanos de ventana; en el eje central cuenta con un vano de ventana, y en el siguiente, con un gabinete igual al ya descrito (no cuenta con vanos en el último eje). El sistema estructural es de muros de carga en ladrillo con entrepiso en madera y cubierta a 2 aguas en teja de barro con estructura de madera. Los muros presentan acabados en pañete y pintura, los pisos, con tablón de gres en primer piso y listones de madera en el segundo, y los cielorrasos en chusque revocado. Todas las carpinterías, tanto al interior, como en el exterior, incluyendo escaleras y el cancel en segundo piso, son en madera. Los vanos de ventana en fachada cuentan además con rejas en forja.

Los períodos corresponden a la clasificación propuesta por el Manual de inventario Inmueble expedido por el Ministerio de cultura. Las épocas y siglos identificados en las fichas son aproximados, clasificados de acuerdo con sus caraterísticas del lenguaje arquitectónico, estructura y materiales correspondientes. No obedecen a un estudio exhaustivo de cada inmueble, su precisión será realizada por el estudio histórico que se exija en la presentación de requisitos para su intervención.

Inmueble construido en la década de 1930, correspondiente a la transición, en una manzana consolidada durante el siglo XIX. Destinado para vivienda, hoy en día tiene uso de servicios. Es propiedad de Juvenal Fernández, pero no se conocen datos de autor, diseñador o constructor. En aerofotografías históricas no es posible determinar modificaciones tipológicas debido a la proyección de sombras de los edificios colindantes sobre la cubierta, sin embargo, en el espacio original de patio, hoy cubierto con marquesina, se construyeron baños en primer piso y un espacio adicional en el segundo. No se observan modificaciones en la distribución espacial, ni en el diseño de fachada. Tampoco se conocen solicitudes de intervención ni de antecedentes de archivo.

Valor histórico: El inmueble fue construido en las primeras décadas del s. XX, y pertenece al período Republicano. De difícil lectura en su tipología original y lenguaje arquitectónico debido a las intervenciones de que ha sido objeto, entre las que destaca la construcción del patio. En fachada, sin embargo, conserva el lenguaje original, con elementos decorativos en un diseño del período de transición, con posibles modificaciones en algunos de sus vanos. Es representativa de la arquitectura doméstica del sector, surgido durante el período colonial, y vinculado al espacio del Chorro de Quevedo, lugar de recreo del Zipa a la llegada de los españoles.

Valor estético: De acuerdo con lo descrito y su valoración histórica, el inmueble puede leerse de forma parcial debido a sus modificaciones. Es un inmueble tradicional representativo de la arquitectura de transición, con un diseño sencillo a partir de volúmenes ortogonales superpuestos, pero aun con reminiscencias del lenguaje del siglo XIX, evidente en elementos decorativos, y en los volúmenes en voladizo, que bien podrían responder a una reinterpretación de los gabinetes en madera de los inmuebles tradicionales. A través de su lenguaje y altura se inserta armónicamente en un perfil homogéneo, con un escalonamiento que responde la pendiente del terreno. Al interior, aunque modificado para el uso de hostal, conserva elementos decorativos, como el cancel en madera con calados ornamentales, y las escaleras en el mismo material.

Valor simbólico: El inmueble hace parte del conjunto urbano que define el Centro Histórico y es muestra de la arquitectura tradicional, con un diseño modesto de acuerdo con las posibilidades técnicas del contexto; está vinculado al espacio cultural del Chorro de Quevedo, llamado así por la fuente pública instalada por el agustino F. Quevedo en 1832, en un lugar de origen prehispánico y en el que, según la tradición, Jiménez de Quesada estableció su guarnición militar antes de fundar la ciudad. El Chorro se conformó desde la primera mitad del siglo XIX como arrabal de la ciudad en un borde de la quebrada de San Bruno, y se consolidó como barrio a comienzos del siglo XX.