Casa del Procer José Nicolás de Rivas

Inmueble de tres pisos paramentado en un predio esquinero, cuyas dimensiones son frentes de 39.71m sobre la calle 9 y de 40.92m sobre la carrera 9, dando una proporción de 1 a 1.03 veces. La ocupación del predio se realiza a través de un volumen con forma de claustro, al cual se le anexan otros volúmenes posteriores, pequeños, al norte y al oriente. Además se observa que el inmueble puede compartir un patio de manzana, posterior, el cual en su origen perteneció al mismo, pero que ahora figura dentro del predio 7 de la misma manzana. Se accede al inmueble desde la calle 9 por lo que siempre ha sido la entrada principal, que cuenta con portada de pilastras en piedra; y por una puerta auxiliar que se localiza hacia el costado oriental sobre la misma calle 9. Adentro, tras atravesar el zaguán presente en el acceso principal, se llega a una gran galería que va desde la capilla oriental hacia la escalera localizada al occidente: el cual es seguido de una serie arcos de medio punto con columnas en piedra, la cual hace de umbral entre esta galería y el patio central que a su vez es rodeado de galerías perimetrales que reparten hacia los espacios de la crujía. En el segundo piso se encuentran espacios, los cuales fueron al igual que todo el tercer piso, celdas de clausura de las hermanas clarisas. En la actualidad depósitos y algunas oficinas. Su fachada da continuidad al paramento de la calle. Con un solo plano de dos sesiones, para seguir el giro de la esquina; en el que se ubican a partir de tres ejes horizontales y varios más verticales, un total de 48 vanos, 2 de las puertas ya mencionadas, 7 de ventanas con forma de arco de medio punto, 6 de ventanas cuadradas y 8 de ventanas rectangulares, todos los anteriores sobre la calle 9; mientras que por la carrera 9 encontramos 25 correspondientes a ventanas rectangulares de diferentes dimensiones. No es claro reconocer un solo ritmo en ellos, pero esto es producto de las diferentes ampliaciones de las que fue objeto y de la variedad de espacios internos a los que sirven. Toda la fachada es rematada por una moldura lineal con decoración denticulada, un gran alero de tablones y canal de aguas lluvias. El sistema estructural responde a una mezcla entre muros de carga de diferentes materiales, los entrepisos son en madera y la cubierta tiene acabado en teja de barro

Los períodos corresponden a la clasificación propuesta por el Manual de inventario Inmueble expedido por el Ministerio de cultura. Las épocas y siglos identificados en las fichas son aproximados, clasificados de acuerdo con sus caraterísticas del lenguaje arquitectónico, estructura y materiales correspondientes. No obedecen a un estudio exhaustivo de cada inmueble, su precisión será realizada por el estudio histórico que se exija en la presentación de requisitos para su intervención.

Inmueble proveniente del periodo de la colonia, construido durante la primera década del siglo XVIII, fue la casa donde nació y vivió el prócer de la independencia José Nicolás de Rivas, y donde además se alojó durante algunos años. Durante la primera mitad del siglo XIX fue una de las sedes de los grupos masónicos que existían para la época en la ciudad; hacia la década de los años 60 de ese mismo siglo, producto de la ley de manos muertas, y la expropiación del convento de Santa Clara, anexo a la iglesia que lleva el mismo nombre. Esta comunidad religiosa la adquirió y paso allí la sede de su monasterio, donde funciono hasta mediados de siglo XX cuando pasa a manos del estado y este lo usa como el archivo y biblioteca del congreso de la república. Se debe mencionar, que esta casa en su origen fue de dos pisos, que posee un patio central que esta flanqueado por uno de sus costados por una serie de arcos de medio punto, desde su origen. Que a partir de esta construcción original, se han construido posteriores ampliaciones, hasta llegar al inmueble de hoy en día, donde se destaca su gran altura y el gran porcentaje de la manzana que ocupa, producto también de esta distribución de solares de la colonia. Aunque se desconoce el diseñador como el constructor originales, se sabe que fue propiedad antes de pertenecer a la familia el prócer, de el Señor José Palacino quien se la vendería al padre del prócer a mediados del siglo XVIII, también se sabe de algunas restauraciones, entre las cuales la más reciente a cargo del Arquitecto Max Ojeda hacia 2013.

Valor histórico: este predio posee un gran valor histórico por ser uno de los más importantes representantes de la ciudad colonial, lo que representa ha sido objeto de varias intervenciones en los diferentes periodos, las cuales además son a su vez, indicaciones de los diferentes usos que se le dio al inmueble. De los cuales, se conservaron dentro del inmueble, múltiples rasgos de cada época, siendo este edificio un documento importante para la historia arquitectónica de la ciudad.

Valor estético: la importancia de este inmueble, radica en que aún conserva su distribución de claustro, y su austeridad, además, posee grandes elementos estéticos como la sucesión de arcos de medio punto en piedra que flanquea el patio central interno, los pisos en baldosín de cemento original de la intervención de principios del siglo XX, la dimensión de los muros y los espacios. Además debe leerse también como un elemento que compone el grupo urbano de esta manzana, donde se corresponden las alturas con los predios vecinos, a excepción del límite norte, donde se le construyo una ampliación de dos pisos, respondiendo más al inmueble vecino que a sí mismo, lo cual es un acierto.

Valor simbólico: Por haber sido casa de un prócer de la independencia, donde además se dieron cita grandes personajes de la historia nacional, como el General Santander o el mismo Antonio Nariño, posee un gran valor simbólico. Desde el punto de vista religioso, fue sede del claustro de las hermanas clarisas por más de un siglo. Hoy en día es sede de la hemeroteca y biblioteca del congreso de la república.