Edificio Santo Domingo

Inmueble de 10 pisos de altura, paramentado en un predio rectangular cuyas dimensiones son de 24.51m de frente sobre la carrera 7 por 16.70m de fondo, dando una proporción de 1 a 1.46 veces. La ocupación del predio se realiza a partir de un volumen con forma de torre rectangular que se alza sobre el 100% del predio. Se accede al predio desde la carrera séptima por cinco puertas, cuatro de las cuales corresponden a cuatro locales comerciales con mezzanine y una puerta central en medio de ellas que corresponde al acceso principal del edificio, el cual atraviesa un pasillo que conduce al punto fijo con dos ascensores y una escalera. La fachada del inmueble se estructura a partir de un solo cuerpo con dos planos y dos secciones que corresponden al giro de la esquina, donde encontramos un primer plano que abarca los dos primeros pisos, el cual se destaca por poseer grandes ventanales de doble altura y un enchape especial en mármol gris. Mientras que en el segundo plano encontramos el enchape en piedra, el cual compone un marco lleno de franjas horizontales de llenos y vacíos, donde los vacíos de las ventanas tienen un ritmo uniforme que se compone a través de piezas verticales, prefabricadas en concreto. Toda la fachada del volumen, en ambos costados es rematada por un pequeño alero a modo de cornisa o gotero que insinúa una línea horizontal de cierre. El sistema estructural corresponde a pórticos en concreto reforzado con divisiones internas en mampostería y externas en vidrio y elementos prefabricados en concreto. La cubierta es una placa impermeabilizada en concreto.

Los períodos corresponden a la clasificación propuesta por el Manual de inventario Inmueble expedido por el Ministerio de cultura. Las épocas y siglos identificados en las fichas son aproximados, clasificados de acuerdo con sus caraterísticas del lenguaje arquitectónico, estructura y materiales correspondientes. No obedecen a un estudio exhaustivo de cada inmueble, su precisión será realizada por el estudio histórico que se exija en la presentación de requisitos para su intervención.

Inmueble proveniente del periodo del movimiento moderno, construido hacia finales de la década de los años 50, sobre una parte de un gran predio que fuera propiedad de Arturo Quintana quien a su vez lo había obtenido por negociación con la comunidad religiosa de los dominicos, pues allí se localizaba la iglesia y el convento de Santo Domingo, los cuales fueron demolidos desde finales de la década de los años 30 hasta mediados de los 40, para dar paso a este y a sus edificios aledaños, como el Murillo Toro o el Edificio Quintana, obra del arquitecto italiano Bruno Violi. Desde su origen el edificio ha tenido un uso mixto pero en principio fueron juzgados y no oficinas como ahora los que se ubicaron en los pisos superiores, sobre los dos primeros pisos que tienen varios locales comerciales; se desconoces su diseñador original así como su constructor, pero es sabido que pertenece a varios propietarios organizados por propiedad horizontal.

Valor histórico: Inmueble proveniente del periodo del movimiento moderno, construido hacia finales de la década de los años 50. Fue uno de los primeros edificios construidos sobre lo que fuera el antiguo complejo religioso de Santo Domingo, lo que represento una de las grandes renovaciones urbanas para la época.

Valor estético: De acuerdo con lo descrito y su valoración histórica, el inmueble puede leerse de forma integral gracias a que no presenta modificaciones. Su valor estético se sustenta en el diseño de su fachada, donde se destacan sus amplias ventanas corridas, muy propias del modelo moderno que se implantaba en el país durante esta época. Allí también es de resaltar uso de diferentes tipos de materiales pétreos como acabados de su fachada, teniendo la piedra muñeca en las partes superiores y el mármol en los dos pisos que conforman el basamento del edificio.

Valor simbólico: Radica en el hecho de que se encuentra localizado exactamente donde quedaba el gran acceso que tenía la iglesia de Santo Domingo en medio de este complejo religioso que existía allí, que además tenía un claustro que se localizaba donde ahora queda el edificio Murillo Toro.