Edificio Jimenez de Quesada

Inmueble de 7 pisos paramentado en un predio medianero con forma trapezoidal, cuyas dimensiones son: frente de 15.1 m y fondo de 13.65 m, logrando una proporción de 1 a 1 aproximadamente, con frentes sobre la Av. Jiménez y la Calle 15. La ocupación del predio es total y se realiza a través de un volumen de torre sin aislamientos. Su uso actual es comercial en el primer piso y mezzanine, y de oficinas en los pisos superiores. Desde la Av. Jiménez se accede a la edificación por un costado, a través de un hall de acceso con ascensor y escalera en L. El primer piso consta de 5 locales comerciales. La fachada es simétrica y consta de 2 cuerpos: basamento y cuerpo alto, diferenciados por una cornisa. El basamento comprende primer piso y mezzanine, consta de vanos de vitrina y acceso a locales, incluido el acceso principal. El cuerpo alto comprende del 2° al 7° piso, está estructurado en 3 calles marcadas por machones que proyectan el ritmo estructural. La calle central sobresale en voladizo en ambos frentes y consta de una rejilla de vanos compuesta por bandas de antepechos y tabiques verticales; mientras que cada una de las calles laterales consta de una hilera vertical de ventanas. Como remate, en la calle central sobresale un alero rebajado del parapeto, en cada uno de los frentes. El sistema estructural es de pórticos de concreto y cubierta plana en concreto. Los materiales de los muros son en ladrillo con revestimiento de mármol y piedra muñeca en la fachada, y con pañete y pintura al interior; carpintería metálica en ventanas y puertas de acceso, pisos en granito y baldosa cerámica, escaleras en concreto y acabado en granito con muro de antepecho y pasamanos en madera; y cubierta con recubrimiento en manto asfáltico.

Los períodos corresponden a la clasificación propuesta por el Manual de inventario Inmueble expedido por el Ministerio de cultura. Las épocas y siglos identificados en las fichas son aproximados, clasificados de acuerdo con sus caraterísticas del lenguaje arquitectónico, estructura y materiales correspondientes. No obedecen a un estudio exhaustivo de cada inmueble, su precisión será realizada por el estudio histórico que se exija en la presentación de requisitos para su intervención.

Inmueble construido a comienzos de la década del 40, correspondiente al período de la Transición, denota una influencia del lenguaje Art Deco. Conforma con los predios de esta manzana, un conjunto arquitectónico con características similares. Destinado para comercio en primer piso y oficinas en los pisos superiores, actualmente no cuenta con ningún uso en los pisos superiores, pero manteniendo el comercio en los primeros. Es de propiedad horizontal. No se conocen datos de diseñador o constructor. En aerofotografías históricas no se reconocen modificaciones desde su construcción, ni se conocen datos de solicitudes de intervención ni de antecedentes de archivo.

Valor histórico: El inmueble fue construido a comienzos de la década del 40, corresponde al período de la Transición; denota una influencia del lenguaje Art Deco. De fácil lectura en su tipología original y lenguaje arquitectónico debido a que no evidencia modificaciones significativas desde su construcción. Es parte de conjunto de edificaciones que hicieron de la Av. Jiménez el primer centro financiero y comercial de la ciudad.

Valor estético: El inmueble permite una lectura integral de su tipología original; es representativo del período de la Transición y de la consolidación urbana de la época. Adopta elementos básicos del Art Deco, tales como: la diferenciación de material por cuerpos de fachada, generación de planos en voladizo y remates sutiles para destacar jerarquías. Mantiene la tipología del rascacielos de Sullivan en la Escuela de Chicago, acentúa verticalidad a partir de la repetición, aunque prescinde del ático. Mantiene el perfil urbano determinado por sus colindantes otorgando consolidación y unidad volumétrica a la manzana, siendo quizá la más compacta y homogénea del sector de la Av. Jiménez.

Valor simbólico: El inmueble hace parte del conjunto urbano que define el Centro Histórico, representa la imagen y consolidación del sector en la década del 40. Está vinculado con la primera modernización del centro de la ciudad, adecuado a nuevos usos para incursionar en una economía competitiva determinada por los sectores financiero y comercial. El sector conserva su carácter de centro financiero y comercial de la ciudad, que persiste desde los años 30 y expone la evolución del ideario de la arquitectura moderna.