KR 2 12 B 94

Inmueble de un piso paramentado en un predio esquinero de forma irregular cuyas dimensiones son: frente de 9,24 m y fondo de 19,24 m, logrando una proporción de 1 a 2,08 veces aproximadamente, con frente sobre la Carrera 2 y la Calle 12. La ocupación del predio se realiza a través de un volumen de patio lateral. Desde la Carrera 2 se accede a través de una puerta central que comunica a un bar y 3 alcobas localizadas en el cuerpo sur, el primer espacio que funciona como bar posee otro acceso independiente desde la calle. Otros 2 locales se localizan en el cuerpo del lado opuesto a estos se acede desde la Calle 12: el primero se ubica en la esquina y cuenta con 2 puertas y 2 baterías de baños, mientras el segundo posee solo un acceso y se divide en 2 espacios. Sus fachadas son continuas y constan de un nivel, zócalo pintado y remate de alero de caja. La fachada sobre sobre la Carrera 2 cuenta con 2 vanos rectangulares de puerta, uno central de la vivienda y otro al lado sur de acceso a un local, al lado opuesto se localiza otro vano rectangular actualmente sellado, pero que posiblemente correspondió a otro acceso a un local. Sobre la puerta de acceso a la vivienda se encuentra el rastro de una moldura que indica que este fue el antiguo acceso principal. La fachada sobre la Calle 12 posee 3 vanos rectangulares de acceso y un vano rectangular de ventana que seguramente es una modificación posterior. Sistema estructural en muros de carga de adobe y ladrillo con revestimiento de pañete y pintura; cubierta a 2 aguas con estructura de madera y acabado de teja de barro y de fibrocemento. Carpintería de madera, la cual conserva celosías de madera en algunas puertas de acceso.

Los períodos corresponden a la clasificación propuesta por el Manual de inventario Inmueble expedido por el Ministerio de cultura. Las épocas y siglos identificados en las fichas son aproximados, clasificados de acuerdo con sus caraterísticas del lenguaje arquitectónico, estructura y materiales correspondientes. No obedecen a un estudio exhaustivo de cada inmueble, su precisión será realizada por el estudio histórico que se exija en la presentación de requisitos para su intervención.

Inmueble construido a finales del siglo XIX perteneciente al periodo Republicano, cuyas modificaciones son de finales de siglo XX o comienzos de siglo XXI. Actualmente se encuentra subdividida y posee un uso mixto de vivienda y comercio, sin embargo, su uso original era exclusivo residencial. No se conoce su autor ni constructor y hoy es propiedad de Rafael Castillo Escobar. Es reconocido por localizarse cerca de la Plazoleta del Chorro de Quevedo, antigua guarnición militar del conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada. Allí en 1832, el padre agustino Quevedo instaló una fuente pública que se mantuvo hasta 1896, año en que fue demolida tras la caída de un muro, sin embargo, en 1969 se reconstruyó, al tiempo que también se construyó la ermita de San Miguel del Príncipe a imagen de la Capilla del Humilladero, primera iglesia de Bogotá.La manzana donde se localiza el inmueble antiguamente era atravesado por una de las vertientes del Río San Francisco y era parte del Llano de los Jubilados, por lo cual su urbanización fue tardía, sin embargo, a principios de siglo XX de acuerdo con las aerofotografías históricas de la ciudad, se muestra que en el predio existía una edificación de patio lateral que permaneció hasta finales de siglo como se aprecia en la aerofotografía de 1976. En la actualidad su volumen lateral norte es independiente y en él se organizan locales comerciales, mientras en el lado opuesto fue cubierto y ocupado el patio lateral para hacer parte de la vivienda. No se conocen datos de solicitudes de intervención ni de antecedentes de archivo.

Valor histórico: Inmueble construido a finales del siglo XIX perteneciente al periodo Republicano, pero cuyas modificaciones son de finales de siglo XX o comienzos de siglo XXI, de fácil lectura en su tipología original ya que su mayor modificación ha sido la cubierta agregada en su patio lateral.

Valor estético: De acuerdo con lo descrito y su valoración histórica, el inmueble tiene una lectura integral, ya que sus modificaciones son reversibles y se conserva la mayor parte del volumen original. Su sistema estructural de muros de carga en adobe y ladrillo y su cubierta a dos aguas en teja de barro, es representación de la técnica constructiva y materiales del periodo histórico. Su estado de conservación es bueno debido en parte a que ha permanecido en continuo uso. Sus fachadas son de las más representativas dentro de los perfiles urbanos ya que conservan elementos propios de las casas de la época, como los son sus vanos rectangulares, zócalo pintado y remate de alero de caja, estos son repetitivos en las fachadas del sector y conforman la imagen urbana del centro histórico.

Valor simbólico: No se conocen datos o valoraciones previas que soporten su valor simbólico.