CL 12 B 2 52

Inmueble de 1 piso paramentado en un predio medianero con forma rectangular, cuyas dimensiones son: frente de 10.7 m y fondo de 57.2 m, logrando una proporción de 1 a 5.3 veces aproximadamente, con frente sobre la Calle 12 B. La ocupación del predio se realiza a través de un patio central con un volumen longitudinal posterior en el área de solar, parcialmente cubierto. A él se accede a través de un zaguán lateral junto a un aparta estudio con cocina y baño en el espacio original de sala, y cerrando la galería del patio; posterior a ellos, otro aparta estudio con cocina baño y alcoba, igualmente cerrando la galería; otros 2 aparta estudios se ubican en el solar hacia el costado oriental. A la cubierta del volumen original se le añadió otra estructura, cubriendo parte del solar. La fachada consta de 1 piso, resuelta en 1 plano de paramento, con zócalo revocado con almohadillado, vanos verticales (3 de ventana con marco revocado con iguales dimensiones al oriente, y 1 de acceso de menor altura con marco similar al de las ventanas) y alero en listones de madera sobre canes con canal metálica. El sistema estructural es de muros de carga en ladrillo pañetado y pintado, y cubierta a 2 aguas en teja de barro con estructura de madera en torno al patio central y teja ondulada con estructura metálica en el volumen posterior. Al interior los pisos presentan acabado en tablón de gres y madera en el volumen principal, y baldosa de porcelanato en el volumen posterior. Todas las carpinterías son en madera; las de acceso cuentan con elementos decorativos en forja sobre el dintel, y las ventanas, cuentan además con reja. Todos los marcos presentan molduras rudimentarias que posiblemente no corresponden al diseño original.

Los períodos corresponden a la clasificación propuesta por el Manual de inventario Inmueble expedido por el Ministerio de cultura. Las épocas y siglos identificados en las fichas son aproximados, clasificados de acuerdo con sus caraterísticas del lenguaje arquitectónico, estructura y materiales correspondientes. No obedecen a un estudio exhaustivo de cada inmueble, su precisión será realizada por el estudio histórico que se exija en la presentación de requisitos para su intervención.

Inmueble construido a finales del s. XIX o comienzos del XX, correspondiente al periodo republicano, en una manzana surgida durante el período de la colonia, posiblemente sobre un inmueble de este mismo período, con influencia de la arquitectura del s. XIX. Destinado para vivienda, hoy en día mantiene su uso original con apartamentos para alquiler. Es propiedad de Luis Eduardo Ceferino Camacho y no se conocen datos de autor, diseñador o constructor. Aunque la tipología original fue de patio central con solar únicamente, en la aerofotografía de 1936 ya se observa una construcción posterior en el área de solar, la cual, a mediados del s. XX ya había alcanzado la longitud actual. Es posible que los elementos decorativos y el zócalo en fachada sean también resultado de alteraciones en este mismo período; actualmente se encuentra en obra. En septiembre de 1990 se realizó una visita por parte de la Inspección 17 de Policía de Obras y Ornato por una querella presentada con motivo de una obra que se estaba llevando a cabo sin los requisitos legales del caso. En mayo de 2000 la Corporación La Candelaria conceptuó a favor de la construcción de un muro en la parte posterior del inmueble, y del reforzamiento de la placa de contrapiso en enero de 2004.

Valor histórico: El inmueble fue construido en las últimas décadas del s. XIX o primeras del XX, y pertenece al período Republicano. De fácil lectura en su tipología y lenguaje arquitectónico a pesar de las intervenciones de que ha sido objeto y con las que se alteró la ocupación del predio a mediados del s. XX. El diseño de fachada, posiblemente fue modificado también si se tiene en cuenta el lenguaje de los elementos decorativos alrededor de los vanos. Es representativa de la arquitectura doméstica del sector, surgido durante el período colonial, y vinculado al espacio del Chorro de Quevedo, lugar de recreo del Zipa a la llegada de los españoles.

Valor estético: De acuerdo con lo descrito y su valoración histórica, el inmueble puede leerse de forma parcial debido a sus modificaciones. Se trata de un inmueble tradicional representativo de la arquitectura republicana y de la influencia del lenguaje academicista con referencias y variaciones locales del s. XIX. Consta de una fachada plana con elementos repetitivos y una decoración en carpinterías que no coincide con las de sus marcos, posiblemente intervenidas durante la segunda mitad del s. XX. Al interior conserva su organización en torno a un patio central, con un solar sobre el que se levantó una estructura sin características representativas.

Valor simbólico: El inmueble hace parte del conjunto urbano que define el Centro Histórico y es muestra de la arquitectura tradicional, con un diseño modesto de acuerdo con las posibilidades técnicas del contexto; está vinculado al espacio cultural del Chorro de Quevedo, llamado así por la fuente pública instalada por el agustino F. Quevedo en 1832, en un lugar de origen prehispánico y en el que, según la tradición, Jiménez de Quesada estableció su guarnición militar antes de fundar la ciudad. El Chorro se conformó desde la primera mitad del siglo XIX como arrabal de la ciudad en un borde de la quebrada de San Bruno, y se consolidó como barrio a comienzos del s. XX.