CL 12 B 2 38

Inmueble de 1 piso paramentado en un predio medianero con forma irregular, cuyas dimensiones son: frente de 10.41 m y fondo de 57.47 m, logrando una proporción de 1 a 5.5 veces aproximadamente, con frente sobre la Calle 12 B. La ocupación del predio está establecida por una sucesión de patios laterales con traspatio, de los cuales se perdió toda la construcción posterior al patio principal, un volumen compacto con 2 alturas, construido sobre una tipología de patio lateral, conservando la altura original en crujía de acceso y con 2 pisos adicionales en la parte posterior. A él se accede a través de un zaguán a un costado del cual existe una habitación y cocina anteriores al patio, actualmente ocupado por un baño; tras ellos existe otra habitación y 1 depósito, y restos de la construcción original en la parte descubierta siguiente. La fachada consta de 1 piso, resuelta en 1 plano de paramento, con zócalo en mampostería pintada, vanos verticales (1 de ventana de caja en madera y hierro al oriente y 1 de acceso con portada y cornisa al occidente), alero en madera sobre canes y canal metálica. El sistema estructural es de muros de carga en ladrillo, y cubierta a 2 aguas en teja de barro con estructura en madera. Al interior, los muros tienen acabado en pañete y pintura, y al exterior, además, presentan acanaladuras horizontales; los pisos tienen acabado en baldosas pintadas en cemento y las carpinterías que se conservan, son en madera, con excepción de la puerta de acceso, que es en metal.

Los períodos corresponden a la clasificación propuesta por el Manual de inventario Inmueble expedido por el Ministerio de cultura. Las épocas y siglos identificados en las fichas son aproximados, clasificados de acuerdo con sus caraterísticas del lenguaje arquitectónico, estructura y materiales correspondientes. No obedecen a un estudio exhaustivo de cada inmueble, su precisión será realizada por el estudio histórico que se exija en la presentación de requisitos para su intervención.

Inmueble construido a finales del s. XIX o comienzos del XX, correspondiente al periodo republicano, en una manzana surgida durante el período de la colonia, posiblemente sobre un inmueble de este mismo período, denota un lenguaje ecléctico con influencia de la arquitectura del s. XIX. Destinado para vivienda, hoy en día mantiene su uso original. Es propiedad de Santiago Ortega García y no se conocen datos de autor, diseñador y/o constructor. En aerofotografías históricas se observa que la edificación original, con 3 patios laterales y traspatio, perdió parte de la cubierta en 1980, a partir de lo cual empezó un proceso de deterioro que llevó a su actual estado ruinoso. En fachada, se observan alteraciones como la posible modificación del vano de ventana y la construcción de un zócalo en mampostería. No se conocen datos de solicitudes de intervención ni de antecedentes de archivo.

Valor histórico: El inmueble fue construido en las últimas décadas del s. XIX o primeras del XX, y pertenece al período Republicano. De difícil lectura en su tipología y lenguaje arquitectónico debido al estado ruinoso en que se encuentra. Perdió buena parte de la construcción a partir del primer patio durante la segunda mitad del s. XX. El diseño de fachada fue igualmente alterado al modificar el vano de ventana y adaptarle un zócalo en mampostería. Es representativa de la arquitectura doméstica del sector, surgido durante el período colonial, y vinculado al espacio del Chorro de Quevedo, lugar de recreo del Zipa a la llegada de los españoles.

Valor estético: De acuerdo con lo descrito y su valoración histórica, el inmueble puede leerse de forma parcial debido a las pérdidas que presenta en su volumetría. Se trata de un inmueble tradicional representativo de la arquitectura republicana y de la influencia del lenguaje academicista con referencias y variaciones locales del s. XIX. Consta de una fachada plana con elementos decorativos resaltando la verticalidad de los vanos e insertándose armónicamente en un perfil urbano homogéneo. Al interior, conserva elementos de acabados de piso en baldosas decoradas de cemento.

Valor simbólico: El inmueble hace parte del conjunto urbano que define el Centro Histórico y es muestra de la arquitectura tradicional, con un diseño modesto de acuerdo con las posibilidades técnicas del contexto; está vinculado al espacio cultural del Chorro de Quevedo, llamado así por la fuente pública instalada por el agustino F. Quevedo en 1832, en un lugar de origen prehispánico y en el que, según la tradición, Jiménez de Quesada estableció su guarnición militar antes de fundar la ciudad. El Chorro se conformó desde la primera mitad del siglo XIX como arrabal de la ciudad en un borde de la quebrada de San Bruno, y se consolidó como barrio a comienzos del s. XX.