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Inmueble de un piso paramentado en un predio esquinero irregular, sus dimensiones son: frente de 25.90 m y fondo de 50.80 m, logrando una proporción de 1 a 1.96, con frentes sobre la carrera 5 y calle 10. Se emplaza mediante un volumen en C conformando un patio central. Se ingresa al inmueble por el vano con portada sobre la calle. Un pasillo conecta al noroccidente con la biblioteca, una sala de lectura y una hemeroteca; al oriente se dispone la librería, una portería, una oficina de investigadores y unos baños. Al occidente 2 oficinas de investigadores. Todos estos espacio dispuestos alrededor del patio central, que a su vez conecta con el inmueble del predio 011. La fachada está resuelta en un cuerpo son una pendiente con zócalo pintado, un sillar de piedra a la vista en la esquina, 7 vanos verticales sobre la fachada sobre la calle (3 de acceso, uno con portada de pilastras y cornisa dentada, y otro con arco de medio punto rebajado; y 3 de ventana con enrejado en forjado de hierro curvo en la parte inferior), y alero de caja. Sistema estructural es de muros de carga en tapia pisada y ladrillo, pañetados y pintados, y la cubierta es a 2 aguas en teja de barro con estructura de madera. La carpintería es de madera y metálica.

Los períodos corresponden a la clasificación propuesta por el Manual de inventario Inmueble expedido por el Ministerio de cultura. Las épocas y siglos identificados en las fichas son aproximados, clasificados de acuerdo con sus caraterísticas del lenguaje arquitectónico, estructura y materiales correspondientes. No obedecen a un estudio exhaustivo de cada inmueble, su precisión será realizada por el estudio histórico que se exija en la presentación de requisitos para su intervención.

Inmueble procedente del periodo Colonial de mediados del siglo XVIII con filiación Republicana. Se emplaza en una manzana consolidada a finales del siglo XVIII. Es propiedad del Instituto Caro y Cuervo. No se conocen datos de autor, diseñador y/o constructor. Destinado para uso residencial, actualmente tiene uso institucional. Conforma una unidad arquitectónica en el interior con el predio 011. Es producto de subdivisión predial por herencias familiares. Fue propiedad de la familia Cuervo Urisarri desde 1840. A comienzos del siglo XX fue arrendado por el Dr. Lombana Barreneche. Allí funcionó el Colegio Pío XII, del Seminario Conciliar de Bogotá. Su construcción pasó por varias etapas: primero se construyó una crujía sobre la calle 10, se cree que a través de la puerta esquinera en arco de medio punto rebajado (sellada), se accedía al solar. Luego se añadió una crujía en el costado norte y otra en el sur, que conforman la actual planta en U con patio central. Después se construyó la crujía que cierra el costado sur (predio 011). Según las fotografías aéreas de 1936 y 1953, el predio se encontraba ocupado por un inmueble de volumetría con patio central. En 1976, se evidencia la pérdida en parte de la crujía sur. Actualmente solo se conservan las crujías occidente, norte y oriente, y algunos muros internos, la fachada y cubierta. La casa fue adquirida por el Instituto Caro y Cuervo aproximadamente en los años 80, permaneció en ruinas durante 30 años, hasta 2010 que se inició la restauración de varias etapas, para adecuarla como Centro Documental junto al inmueble del predio 011.

Valor histórico: Inmueble procedente del periodo Colonial de mediados del siglo XVIII, con filiación Republicana. Localizado en el barrio Centro Administrativo, que tiene su origen urbano hacia el siglo XVI y conformaba gran parte de la ciudad antigua. Es producto de subdivisión predial por herencias familiares. Perteneció a la familia Cuervo Urisarri desde 1840. A comienzos del siglo XX, fue arrendado por el Dr. Lombana Barreneche. Luego, allí funcionó el Colegio Pío XII, del Seminario Conciliar de Bogotá. Fue adquirido por el Instituto Caro y Cuervo en los años 80, estuvo en ruinas 30 años. En 2010, se restauró con la ayuda de la Comunidad de Madrid, España. Se nombró Casa “José Manuel Rivas Sacconi” en honor a quien fue director del Instituto durante más de 30 años, promovió estudios lingüísticos, filológicos y literarios.

Valor estético: Valor estético: De acuerdo con lo descrito y su valoración histórica, se identifican elementos del repertorio formal característico del periodo Colonial, representado por su proporción de un nivel, tipología de patio central y distribución irregular de los vanos. Su filiación Republicana se debe al uso de elementos decorativos como zócalo pintado, portada con pilastras, remate de cornisa dentada y alero sobre canes de madera. El inmueble es ejemplo de la hibridación de estilos, debido al cambios sociales, culturas y de uso.

Valor Simbólico: No se conocen datos o valoraciones previas que soporten su valor simbólico.