CL 12 B BIS A 1 24

Inmueble de 3 pisos, paramentado en un predio medianero con forma rectangular, cuyas dimensiones son: frente de 6 m y fondo de 11.30 m, logrando una proporción de 1 a 1.9 veces aproximadamente, con frente sobre la Calle 12 B BIS A. La ocupación del predio se realiza mediante un volumen con patio lateral cubierto con marquesina y patio posterior esquinero. Se ingresa a través de un zaguán lateral por el occidente, que entrega a un vestíbulo con escaleras al segundo piso junto al patio principal; en la crujía de acceso cuenta con un espacio de sala-comedor y en la parte posterior, con un baño y una habitación. La fachada consta de 2 niveles diferenciados por una moldura, zócalo revocado, cornisa y ático curvo con picos laterales. El primer nivel, con la superficie de ladrillo expuesta, cuenta con un vano lateral de acceso y 2 de ventana, todos con arco escarzano y marco de realce con remate en cornisa; el segundo nivel, con acabado de pañete y pintura, cuenta con 3 vanos de puerta ventana con barandas de forja y madera conformando tribunas a ras de muro, cada uno con marco pintado. El sistema estructural es de muros de carga con cubiertas a 2 aguas en teja de barro y fibrocemento, y las carpinterías son de madera.

Los períodos corresponden a la clasificación propuesta por el Manual de inventario Inmueble expedido por el Ministerio de cultura. Las épocas y siglos identificados en las fichas son aproximados, clasificados de acuerdo con sus caraterísticas del lenguaje arquitectónico, estructura y materiales correspondientes. No obedecen a un estudio exhaustivo de cada inmueble, su precisión será realizada por el estudio histórico que se exija en la presentación de requisitos para su intervención.

Inmueble construido a comienzos del siglo XX, correspondiente al período republicano. Destinado para vivienda, actualmente tiene uso de servicios; es propiedad de José Tomás Jiménez Arévalo, pero no se conocen datos de diseñador o constructor. Según la fotografía aérea de 1936, el inmueble ocupaba la parte frontal del predio en 2 niveles, mientras la parte posterior era de un nivel. Entre 1953 y 1976 se evidencia la ocupación posterior con 2 niveles, conformando un patio lateral por el costado oriental. En años recientes se añadió un tercer nivel en la parte posterior, se modificó parte del material original de la cubierta, que reemplazó parte de la teja de barro por fibrocemento, y se cubrió el patio. No se conocen datos de solicitudes de intervención ni de antecedentes de archivo.

Valor histórico: El inmueble, construido a comienzos del siglo XX y perteneciente al período republicano, mantiene su tipología original con 2 patios laterales, aunque el principal fue cubierto con marquesina, sin que esto impida tener una lectura clara de la ocupación inicial. Un tercer nivel fue añadido en la parte posterior; sin embargo, conserva su sistema estructural y su distribución espacial con buena parte de sus acabados originales y carpinterías en la fachada. El inmueble es muestra de la arquitectura doméstica tradicional desarrollada en el barrio La Concordia, de acuerdo con las técnicas constructivas de la época.

Valor estético: De acuerdo con lo descrito, a pesar de sus modificaciones, el inmueble permite una lectura clara de su tipología original, con una distribución en torno a patios laterales e ingreso a través de un zaguán. Asimismo, conserva su sistema estructural y su fachada desarrollada en 2 niveles; esta mantiene su diseño original con vanos rematados en arcos y marcos de realce. En fachada llama la atención la combinación de texturas, lograda al retirar el pañete del muro en primer nivel. Se inserta en un perfil urbano heterogéneo en términos de volumetrías y lenguaje arquitectónico, con inmuebles de diferentes períodos (republicano, de transición y moderno).

Valor simbólico: El inmueble hace parte del conjunto urbano que define el Centro Histórico y es muestra de la arquitectura tradicional, con un diseño modesto de acuerdo con las posibilidades técnicas del contexto. Se ubica en un sector influenciado por espacios culturales como la Plaza de Mercado de La Concordia o la Plaza del Chorro de Quevedo, llamado así por la fuente pública instalada por el agustino F. Quevedo en 1832, en un lugar de origen prehispánico y en el que, según la tradición, Jiménez de Quesada estableció su guarnición militar antes de fundar la ciudad (Mauricio Uribe, comunicación publicada. 2017).