CL 12 B BIS 1 48

Inmueble de 2 pisos paramentado en un predio medianero con forma rectangular, cuyas dimensiones son: frente de 7.40 m y fondo de 22.38 m, logrando una proporción de 1 a 3 veces aproximadamente, con frente sobre la Calle 12 B BIS. La ocupación del predio se realiza mediante un volumen de única crujía frontal y patio posterior. Se ingresa directamente al espacio de la librería, posterior al cual está el patio; cuenta también con acceso independiente al segundo piso a través de un zaguán lateral con escaleras por el costado occidental. La fachada consta de 2 niveles diferenciados por una cornisa, con zócalo revocado y remate en alero de caja con revoque sobre ménsulas. El nivel 1 cuenta 2 vanos rectangulares de ventana en el centro y uno de acceso en cada costado, todos con rematados por una cornisa continua con arco rebajado por cada vano y apliques de guirnaldas en yeso; el segundo nivel cuenta con 3 vanos de puerta ventana con marco, barandas en forja y pasamanos de madera conformando tribunas a ras de muro, y una cornisa con las mismas características de la del nivel inferior. El Sistema estructural es de muros de carga con acabado de pañete y pintura, y cubierta a 2 aguas en teja de fibrocemento. Las carpinterías en fachada sin de madera.

Los períodos corresponden a la clasificación propuesta por el Manual de inventario Inmueble expedido por el Ministerio de cultura. Las épocas y siglos identificados en las fichas son aproximados, clasificados de acuerdo con sus caraterísticas del lenguaje arquitectónico, estructura y materiales correspondientes. No obedecen a un estudio exhaustivo de cada inmueble, su precisión será realizada por el estudio histórico que se exija en la presentación de requisitos para su intervención.

Inmueble onstruido durante las primeras décadas del siglo XX, correspondiente al periodo republicano. Destinado para vivienda, actualmente tiene uso comercial y es propiedad de Juan Guillermo Céspedes Mejía. No se conocen datos de diseñador o constructor. Según las fotografías aéreas de 1936, 1953 y 1976, el inmueble presentaba un volumen con patio lateral occidental y un traspatio. En la actualidad se identifica un cuerpo frontal con patio posterior. Debido al avanzado estado de deterioro, en 1986 la Corporación La Candelaria realizó una visita como respuesta a la querella presentada por algunos vecinos; se determinó que el estado no era de inminente ruina y se indicaron las reparaciones pertinentes. En 1997, la Alcaldía Local manifiestó su preocupación por el deterioro del inmueble y determinó la obligatoriedad del proyecto de primeros auxilios. En 2003, el propietario diseñó una propuesta para recuperar la fachada y reconstruir el tramo frontal con una vivienda, disponiendo un gran traspatio; esta fue aprobada, sin embargo la distribución actual no corresponde a dicha propuesta.

Valor histórico: En este inmueble, construido en las primeras décadas del siglo XX y perteneciente al período republicano, se conserva la crujía principal de lo que originalmente fue una tipología de patio lateral, con su sistema estructural de muros portantes y una fachada fachada de dos niveles con elementos ornamentales que dan cuenta de las tendencias estilísticas de ese momento. El inmueble es muestra de la arquitectura doméstica tradicional desarrollada en el barrio La Concordia, de acuerdo con las técnicas constructivas de la época.

Valor estético: De acuerdo con lo descrito, el inmueble perdió una parte de su volumetría original, lo cual impide tener una lectura clara de su tipología. Sin embargo, conserva la crujía principal, en la que se adaptó una librería, su sistema estructural de muros portantes con cubierta a 2 aguas, y su fachada desarrollada en 2 niveles; esta mantiene su diseño original con vanos rematados en arcos y marcos de realce y molduras ornamentales, y tribunas en el segundo piso, con los cuales se inserta armónicamente en un perfil urbano homogéneo en términos de altura, volumetría y lenguaje arquitectónico.

Valor simbólico: El inmueble hace parte del conjunto urbano que define el Centro Histórico y es muestra de la arquitectura tradicional, con un diseño modesto de acuerdo con las posibilidades técnicas del contexto. Se ubica en un sector influenciado por espacios culturales como la Plaza de Mercado de La Concordia o la Plaza del Chorro de Quevedo, llamado así por la fuente pública instalada por el agustino F. Quevedo en 1832, en un lugar de origen prehispánico y en el que, según la tradición, Jiménez de Quesada estableció su guarnición militar antes de fundar la ciudad (Mauricio Uribe, comunicación publicada. 2017).