CL 10 1 93

Inmueble de 2 pisos paramentado en un predio medianero con forma rectangular, cuyas dimensiones son: frente de 15,6 m y fondo de 15,8 m, logrando una proporción de 1 a 1 aproximadamente, con frente sobre la Carrera 2 y la Calle 10. La ocupación del predio se realiza a través de un volumen con patio central con acceso por ambos frentes, uno principal sobre la Calle 10 y otro vehicular sobre la Carrera 2. Sus fachadas constan de un cuerpo con remate en alero de madera sobre canes. La fachada principal, sobre la Calle 10, consta de 4 vanos verticales: un acceso con portada al oriente y 3 vanos de ventana de diferentes dimensiones con reja metálica. Por la Carrera 2 consta de un vano de acceso vehicular al sur y 5 vanos rectangulares de ventanas que posiblemente pertenecen a un segundo piso; los dos ubicados al lado norte poseen las mismas dimensiones y cuentan con una reja metálica. Su sistema estructural es de muros de carga con revestimiento de pañete y pintura, y su cubierta es a 2 aguas en teja de barro.

Los períodos corresponden a la clasificación propuesta por el Manual de inventario Inmueble expedido por el Ministerio de cultura. Las épocas y siglos identificados en las fichas son aproximados, clasificados de acuerdo con sus caraterísticas del lenguaje arquitectónico, estructura y materiales correspondientes. No obedecen a un estudio exhaustivo de cada inmueble, su precisión será realizada por el estudio histórico que se exija en la presentación de requisitos para su intervención.

Inmueble construido a finales del siglo XIX, perteneciente al período republicano. Actualmente conserva el uso residencial para el cual fue destinado y es propiedad de Jesús Hernando Morales Garzón. No se conoce su diseñador ni constructor. Según se observa en aerofotografías históricas, actualmente se conserva el volumen con patio central que se registra en 1936; sus modificaciones más visibles se identifican en la esquina norte crujía occidente, donde se realizó un cambio de altura, posiblemente por un piso agregado. No se conocen datos de solicitudes e intervención ni de antecedentes de archivo.

Valor histórico: Este inmueble, construido a finales del siglo XIX y perteneciente al período republicano, conserva su volumetría original organizada en torno a un patio central que prácticamente no ha sido modificado. Es testimonio de la arquitectura doméstica desarrollada en la ciudad en este período histórico, reflejo de la situación económica, política y cultural del país, asimismo, su sistema estructural y materiales empleados son muestra del avance científico y tecnológico en el ámbito de la construcción.

Valor estético: El inmueble ofrece una lectura integral de su tipología original y lenguaje arquitectónico a pesar de sus modificaciones. Dentro del conjunto urbano, ayuda a la conformación de una imagen histórica homogénea, ya que su altura se iguala a la de las edificaciones colindantes y la composición de su fachada guarda elementos semejantes con las casas vecinas, como su alero con canes a la vista, vanos rectangulares y portada en el vano de acceso. Un elemento singular de su composición es la columna de piedra labrada que conserva en su esquina.

Valor simbólico: El inmueble hace parte del conjunto urbano que define el Centro Histórico y es muestra de la arquitectura doméstica tradicional, con un diseño modesto de acuerdo con las posibilidades técnicas de la época. Está vinculado al barrio Egipto, surgido sobre un asentamiento muisca en las faldas del cerro de Guadalupe, con la construcción de la ermita en 1651, y consolidado como un barrio obrero; testigo de la implementación de obras de infraestructura que transformaron la ciudad, y de importantes acontecimientos históricos, el barrio fue escenario de graves problemas de inseguridad durante buena parte del s. XX, tras el auge de la fabricación clandestina de aguardiente. Actualmente en él se desarrolla un proceso de transformación con base en políticas culturales. (Yemail, 2014)