KR 9 15 82

Inmueble de 5 pisos y mezzanine, paramentado en un predio medianero con forma rectangular, cuyas dimensiones son: frente de 10,2 m y 10,36 m de fondo, dando una proporción de 1 a 1 aproximadamente, con frente sobre la Carrera 9. La ocupación del predio se realiza a través de un volumen con patio central posterior a partir del segundo piso. A través de una circulación central se ingresa a un vestíbulo con punto fijo de escaleras a los niveles superiores; el primer piso está conformado por 2 locales comerciales con acceso independiente, y espacios de servicios en la parte posterior. La fachada es simétrica y está conformada por un cuerpo paramentado con un volumen central en voladizo. En primer piso cuenta con 3 vanos de acceso, los laterales con vitrina. El voladizo, en niveles 2, 3 y 4 tiene esquinas curvas y su parte central, delimitado por montantes de concreto, sobresale en el remate; este cuerpo central consta de 3 vanos de ventana por piso, de los cuales el central es de piso a techo. El sistema estructural es de pórticos de concreto reforzado, visible desde el interior de los espacios comerciales del primer piso. Los acabados interiores de los locales son de factura contemporánea, y las carpinterías son metálicas con superficies vidriadas.

Los períodos corresponden a la clasificación propuesta por el Manual de inventario Inmueble expedido por el Ministerio de cultura. Las épocas y siglos identificados en las fichas son aproximados, clasificados de acuerdo con sus caraterísticas del lenguaje arquitectónico, estructura y materiales correspondientes. No obedecen a un estudio exhaustivo de cada inmueble, su precisión será realizada por el estudio histórico que se exija en la presentación de requisitos para su intervención.

Inmueble construido en la década de 1940, correspondiente al período de transición. Destinado para vivienda, actualmente tiene uso mixto de comercio en primer piso y dotacional en niveles superiores, con oficinas de la fundación El Buen pastor, atención a drogadictos. Es propiedad de Fabiola Botero De Gómez. No se conocen datos de diseñador o constructor. En aerofotografías históricas se observa que el edificio fue construido sobre predios que antes fueron ocupados por inmuebles de tipología de patio central; no se evidencian modificaciones tipológicas desde su construcción, ni se conocen datos de solicitudes de intervención ni de antecedentes de archivo. No obstante, en fachada, las ventanas inclinadas con las que contaba inicialmente, fueron reemplazadas por otras convencionales.

Valor histórico: El inmueble fue construido en la década de 1940, durante el período de transición. Localizada a pocos metros de la Avenida Jiménez, la manzana en la que el inmueble está emplazado es un componente persistente en el tejido urbano del sector; el conjunto de edificios de ese perfil es contemporáneo al manifiesto de la revista Proa en el que arquitectos y constructores promueven la demolición de edificios antiguos para dar paso a una ciudad “moderna e higiénica”. El edificio conserva aún su autenticidad ya que su volumen y materiales de revestimiento originales se mantienen inalterados.

Valor estético: El inmueble conserva su tipología original y su lenguaje arquitectónico, característico del período de transición y determinado por la superposición volumétrica en su fachada, con un diseño simétrico, enfatizado por un volumen central. Aunque el sistema estructural de pórticos en concreto lo permitiría, los vanos sobre la fachada no son ventanas horizontales corridas –como lo exigiría el canon moderno- sino que están dispuestas de forma simétrica a lo largo del edificio en correspondencia directa con los espacios del interior. Hace parte de un conjunto de edificaciones del período de transición, que comparten características de fachada, conformando un perfil urbano homogéneo en términos de volumetría, altura y lenguaje arquitectónico.

Valor simbólico: El conjunto de inmuebles del que hace parte esrepresentativo de una manera de construir y transformar el hábitat del centro de la ciudad durante el siglo XX, edificando sobre lotes previamente ocupados y aumentando la altura de los perfiles. El uso de materiales como piedra y ladrillo lo vincula a la tradición constructiva de la ciudad. La construcción fue ejecutada en un período de actualización y cambio de lenguaje arquitectónico previo en el que se tendió a despojar a los edificios de todo ornamento por ser considerado superfluo, sin embargo, el bien presenta aun gestos que lo vinculan con tradiciones estilísticas anteriores. De igual forma, el edificio transicional, se relaciona con el espíritu reformista, económico y racional de su época.