Teatro San Jorge

Inmueble de 2 pisos paramentado en un predio esquinero con forma irregular, cuyas dimensiones son: frente de 28.3 m y fondo de 42,9 m, logrando una proporción de 1 a 1.5 veces aproximadamente, con frentes sobre la Carrera 15 y Calle 14. La ocupación del predio se realiza a través de un volumen compacto, actualmente abandonado. Desde la Carrera 15 se accede a la edificación a través un vestíbulo que conduce a la platea en forma de herradura, hoy en ruinas, la cual remata en el proscenio con foso de orquesta. En el segundo piso se encontraba un salón de té, un bar con balcón y la sala de proyecciones. Su fachada está compuesta por tres cuerpos; dos son torres paramentadas en costados norte y sur; el cuerpo central, con retroceso, incluía un atrio con marquesina apoyada sobre 2 columnas y remate denticulado; está compuesta por 7 ejes de vanos, 2 de los cuales están sobre las torres. El primer piso consta de 7 vanos de acceso, actualmente cerrados con mamposteria, mientras que el segundo piso consta de 7 vanos de ventana con alturas variables. Asimismo cuenta con altorrelieves decorativos en la parte superior. El frente de la Calle 14 consta de un muro de cerramiento sin vanos sobre el que sobresalen los volúmenes interiores. El sistema estructural es de muros de carga y, en general, funciona con volúmenes sobrepuestos a manera de contrafuertes para contrarrestar la esbeltez de la estructura. La cubierta está estructurada en cerchas de sistema Polonceau que cubren la luz de la sala principal mediante un entramado de elementos de madera y metal con tensores metálicos, y está cubierta con láminas metálicas onduladas apoyadas sobre durmientes de madera; cuenta también con una bóveda falsa de madera, malla y pañete, suspendida por tirantes metálicos. Los materiales de los muros son en ladrillo con revestimiento de pañete y pintura. Las carpinterías de vanos fueron eliminadas y en la actualidad, todos ellos están sellados con ladrillo, algunos pañetados.

Los períodos corresponden a la clasificación propuesta por el Manual de inventario Inmueble expedido por el Ministerio de cultura. Las épocas y siglos identificados en las fichas son aproximados, clasificados de acuerdo con sus caraterísticas del lenguaje arquitectónico, estructura y materiales correspondientes. No obedecen a un estudio exhaustivo de cada inmueble, su precisión será realizada por el estudio histórico que se exija en la presentación de requisitos para su intervención.

Inmueble construido en 1938, correspondiente al periodo de Transición, denota una influencia del lenguaje del Art déco. Destinado para teatro, en la actualidad se encuentra abandonado. Su primer propietario y gestor fue Jorge Enrique Pardo y actualmente es propiedad del Instituto Distrital de las Artes -IDARTES-. Además es reconocido por ser una de las obras emblemáticas del ingeniero y arquitecto bogotano Alberto Manrique Martín, quien contó con la ayuda de Fred T. Ley para su construcción. El proyecto inicial se levantaba sobre un predio medianero, transformado con la subdivisión de la manzana en la década de 1950, y contaba con dos casas anexas. Con el auge de los centros comerciales, las salas de cine fueron relegadas al olvido; el interior del San Jorge quedó en ruinas, se sellaron todos los vanos de la fachada y el acceso se cerró con un muro de mampostería. En febrero de 2002 se presentó ante la Alcaldía Local de Los Mártires una solicitud por parte de la comunidad, en la que se pedía intervención de las autoridades ante la situación de inseguridad que se generaba en la zona del teatro por su estado de abandono. No se conocen solicitudes de intervención.

Valor histórico: El inmueble fue construido 1938, pertenece al periodo de Transición, de fácil lectura en su tipología original y lenguaje arquitectónico, pese a su estado de deterioro. Construido en un predio medianero, luego de la subdivisión de la manzana quedó al descubierto su frente norte, sin diseño de fachada. Tenía capacidad para 1.200 personas más 200 en bar, salón de té y balcón de palcos; contaba con sillas reclinables y el más moderno equipo de proyección fabricado por Phillips en Holanda, especialmente para el teatro. Tras ser abandonado progresivamente a finales del siglo XX, su interior fue destruido en 1999 conservando solo la fachada. Ante la inseguridad del sector, se tomó la decisión de construir un cerramiento en mampostería alrededor de los accesos y sellar los vanos. Fue adquirido por Idartes en 2014.

Valor estético: el inmueble puede leerse de forma integral a pesar de su estado actual, es representativa de la influencia del lenguaje Déco, y de la consolidación urbana de la época. En su fachada azul resaltan las torres, que le confieren el carácter de hito urbano, y los altorrelieves con un San Jorge en el panel central y con figuras estilizadas, representativas del expresionismo alemán del siglo XX en los laterales; su diseño está estructurado en torno a volúmenes prismáticos y líneas rectas enfatizando la verticalidad. Al interior destaca el diseño de la cubierta con la última tecnología de la época, con formas curvas y líneas aerodinámicas que daban al espacio la sensación de modernidad, hoy en estado de ruina.

Valor simbólico: El inmueble hace parte del conjunto urbano que define los limites del Centro Histórico. Está vinculado con el Teatro como lugar de encuentro de la sociedad moderna para el ocio y el entretenimiento. Pensado por el empresario Jorge Pardo y llevado a la realidad por Alberto Manrique Martín para artes escénicas, se centró en la proyección de películas y hasta la década de 1960, el San Jorge fue uno de los más importantes de la ciudad y además era considerado uno de los más modernos de Latinoamérica. A sus funciones entraban los más destacados políticos, artistas y empresarios, e incluso, logró asociarse con la Metro-Goldwyn-Mayer Studios, Inc. para traer las películas de la productora estadounidense.