CL 20 7 45

Inmueble de 4 pisos paramentado en un predio esquinero con forma regular, cuyas dimensiones son: frente de 15.16 m y fondo de 22.80 m, logrando una proporción de 1 a 1.5 veces aproximadamente, con frentes sobre la Calle 20 y la Carrera 8ª. La ocupación del predio se realiza a través de una torre con patio lateral. Su uso actual es comercial en primer piso y de oficinas en pisos superiores. Desde la Carrera 8ª se accede a la edificación a través de un hall con escalera y ascensor. El primer piso consta de 3 locales comerciales. La fachada consta de basamento y cuerpo alto. El basamento comprende primer piso y mezzanine y el cuerpo alto comprende del 2° al 4° piso. Por la Carrera 8ª el basamento contiene las vitrinas y accesos a locales. El cuerpo alto sobresale en voladizo, consta de un marco de ladrillo en ‘U’ compuesto por el antepecho del 2° piso y 2 machones laterales hasta la cubierta. Las bandas de antepechos, de ventanas y de remate, se dilatan del marco por 2 muros calados retrocedidos. Las ventanas son moduladas por tabiques de ladrillo. Por la Carrera 8ª hay un acceso a un local, el acceso principal se destaca por un cilindro que contiene la escalera, dilatado del cuerpo alto y del testero por muros calados retrocedidos. El cuerpo alto consta de 3 vanos de ventana y está dilatado del basamento por una banda de ventana. El sistema estructural es de pórticos de concreto y cubierta plana en concreto. Los materiales de los muros son en ladrillo a la vista en fachada y algunas áreas al interior, otras con revestimiento de pañete y pintura; carpintería de madera en puertas interiores, carpintería metálica en puertas de acceso y ventanas, pisos en granito pulido y baldosa cerámica, cubierta con manto asfáltico, cielorraso interior en pañete y pintura; y escalera en concreto con acabado de granito pulido.

Los períodos corresponden a la clasificación propuesta por el Manual de inventario Inmueble expedido por el Ministerio de cultura. Las épocas y siglos identificados en las fichas son aproximados, clasificados de acuerdo con sus caraterísticas del lenguaje arquitectónico, estructura y materiales correspondientes. No obedecen a un estudio exhaustivo de cada inmueble, su precisión será realizada por el estudio histórico que se exija en la presentación de requisitos para su intervención.

Inmueble construido en los años 60 por el arquitecto Enrique Triana, corresponde al periodo del movimiento moderno y en particular a la vertiente organicista del movimiento en Colombia. Destinado para comercio en primer piso y mezzanine, y vivienda en los pisos superiores; en la actualidad estos pisos superiores tienen uso de oficinas. La edificación es de propiedad horizontal. No se conocen datos de solicitudes de intervención ni de antecedentes de archivo.

Valor histórico: El inmueble fue construido en los años 60 por el arquitecto Enrique Triana, corresponde al periodo del movimiento moderno, de fácil lectura en su tipología original y lenguaje arquitectónico a pesar de sus modificaciones. Pertenece en particular a la vertiente organicista del Movimiento Moderno en Colombia.

Valor estético: De acuerdo con lo descrito y su valoración histórica, el inmueble puede leerse de forma integral, siendo representativo de la vertiente organicista del Movimiento Moderno en Colombia, enfocada en el lugar como determinante primordial de la arquitectura. La transparencia del basamento establece la relación directa con la ciudad, mientras que el cuerpo de oficinas se resuelve como un espacio más contenido y controlado, sin privarlo de su relación con el entorno. Logra un equilibrio entre llenos y vacíos en correspondencia a jerarquías espaciales, dotando de mayor apertura el frente de la Calle 20, hoy plazoleta de Las Nieves y de mayor cerramiento el frente de la Carrera 8ª para mitigar sus impactos.

Valor simbólico: El inmueble hace parte del conjunto urbano que define el Centro Histórico, representa la modernización e imagen del sector consolidado en la década del 60. Está vinculado con la obra del arquitecto Enrique Triana, una de las figuras más destacadas de la vertiente organicista del Movimiento Moderno en Colombia, mejor conocida como la ‘Arquitectura del Lugar’ que junto con colegas como Rogelio Salmona, Guillermo Bermúdez y Fernando Martínez se apartan del funcionalismo de los años 50, para concebir la arquitectura desde el lugar, como su principal determinante.