KR 7 6 B 30

Inmueble de 1 piso paramentado en un predio medianero con forma rectangular, cuyas dimensiones son: frente de 18.64 m y fondo de 71.24 m, logrando una proporción de 1 a 3.8 veces aproximadamente, con frente sobre la KR 7. La ocupación del predio actualmente se limita al muro de fachada. Debido al estado de abandono y ruina, no quedan evidencias significativas de lo que fue el inmueble mientras estuvo construido. La fachada es de 1 cuerpo conformado por una portada en piedra en el costado izquierdo, y un trozo de lo que fue el alero. El resto de la fachada se compone de un muro cerrado que evidencia el sellamiento de lo que probablemente fue una puerta y dos ventanas.

Los períodos corresponden a la clasificación propuesta por el Manual de inventario Inmueble expedido por el Ministerio de cultura. Las épocas y siglos identificados en las fichas son aproximados, clasificados de acuerdo con sus caraterísticas del lenguaje arquitectónico, estructura y materiales correspondientes. No obedecen a un estudio exhaustivo de cada inmueble, su precisión será realizada por el estudio histórico que se exija en la presentación de requisitos para su intervención.

Inmueble procedente del periodo republicano de las primeras décadas del Siglo XX. Destinado originalmente para uso residencial. No se conocen datos de su diseñador o constructor. Hoy se encuentra en desuso y es propiedad del Distrito. Según las fotografías aéreas de los años 1936, 1957, 1976, y la ficha emitida por la DEDAP que cataloga al inmueble con la Categoría de Conservación Tipológica, el predio era ocupado por varios volumenes en su parte frontal que formaban un patio central, otro volumen se localizaba en la parte posterior del predio. Actualmente se cuenta con vestigios de sus muros internos y su muro de fachada que se enceuntra gravemente deteriorado. En la revision documental se enceuntra sentencia de adjudicación del predio al Distrito en la sucesión del señor Carlos Secundino Navarro Méndez, proferida por el juzgado Quince Civil del circuito de Bogotá el 21 de octubre de 1980. La DADEP (Departamento Administrativo de la Defensoría del Espacio Público) recibe el predio en el año 2000, sin embargo, en 2012, la misma entidad realiza la solicitud al IDPC (Instituto Distrital de Patrimonio Cultural) de excluirlo como Bien de Interés Cultural con Categoría de Conservación Integral, argumentando que desde la entrega del predio al Distrito, éste se encontraba en un avanzado estado de deterioro, atribuible a la ocupación ilegal de personas que desatendieron el cuidado y mantenimiento del mismo, por lo cual, ya no es válida la apreciación dada por el Instituto Colombiano de Cultura en 1982, que cataloga al inmueble con “valores culturales excepcionales”. Tras un análisis por parte del IDPC, este responde que si bien lo único que queda en pie del inmueble es el cuerpo principal de la construcción, correspondiente a su fachada, aún se conservan vestigios de la distribución interna de la construcción original. Por lo cual, es importante el desarrollo del predio para la revitalización del Centro de Bogotá, e igualmente, proteger el predio colindante de la casa Cural de Santa Bárbara. Finalmente sugiere hacer un cambio de categoría de Conservación Integral a Conservación Tipológica.

Valor histórico: actualmente no es posible adjudicarle un valor histórico ya que solo conserva muros en estado de ruina.

Valor estético: actualmente no es posible adjudicarle un valor estético ya que solo conserva muros en estado de ruina.

Valor simbólico: actualmente no es posible adjudicarle un valor simbólico ya que solo conserva muros en estado de ruina.