CL 12 F 2 9

Inmueble de 1 piso con altillo, paramentado en 1 predio medianero con forma trapezoidal, cuyas dimensiones son: 7.5 m de frente por 32.9 m de fondo, logrando una proporción de 1 a 4.4 veces aproximadamente, con frente sobre la calle 12 F. La ocupación del predio se realiza mediante un volumen con patio lateral y traspatio, en simetría con la edificación colindante por el oriente. Se accede a través de un zaguán lateral por el oriente, el cual comunica con el patio, alrededor del cual se organizan 6 espacios. En la parte posterior, precediendo al traspatio, existen baños, una habitación adicional y las escaleras al nivel superior. La fachada, también en simetría con la del inmueble colindante, consta de un cuerpo con vanos verticales, cornisa y alero de madera sobre canes; cuenta con 3 vanos: 1 de acceso pareado con el del inmueble colindante a través de un marco con cornisa, y 2 de ventana con marco de madera. El sistema estructural es de muros de carga en ladrillo con acabado de pañete y pintura, con entrepisos en madera y cubierta a 2 aguas en teja de barro con estructura de guadua. Los pisos son en baldosa cerámica y las carpinterías, en madera.

Los períodos corresponden a la clasificación propuesta por el Manual de inventario Inmueble expedido por el Ministerio de cultura. Las épocas y siglos identificados en las fichas son aproximados, clasificados de acuerdo con sus caraterísticas del lenguaje arquitectónico, estructura y materiales correspondientes. No obedecen a un estudio exhaustivo de cada inmueble, su precisión será realizada por el estudio histórico que se exija en la presentación de requisitos para su intervención.

Inmueble construido a comienzos del siglo XX, correspondiente al período republicano. Destinado para vivienda, en la actualidad tiene uso de hostal y es propiedad de Reto Erni. No se conocen datos de diseñador o constructor. En aerofotografías históricas se identifica una tipología inicial de patio lateral con traspatio y un volumen lateral en la parte posterior, el cual se conservó hasta finales del siglo XX; aunque en la actualidad la planta es simétrica con la del inmueble colindante, en las fotografías se observa que la del inmueble colindante era de 2 crujías paralelas separadas por un patio, y que fua así hasta finales del siglo XX. En los últimos años se adaptó un altillo en madera. Durante la última década se han realizado solicitudes de intervención para adecuaciones en función de su nuevo uso de hostal. En 2013 Giovanni Lara Dávila, en representación del propietario, radicó una solicitud para realizar varias reparaciones, las cuales fueron aprobadas; en el año 2016, el Arq. Carlos Arturo Piñeros también solicitó permiso para adecuaciones en el inmueble, las cuales fueron igualmente aprobadas.

Valor histórico: En este inmueble, construido a comienzos del siglo XX y perteneciente al período republicano, es posible tener una lectura de su tipología original y lenguaje arquitectónico, a pesar de que el volumen que existía en el solar fue demolido a finales del siglo XX. También la espacialidad fue afectada al construir un altillo al interior para adaptar el uso actual. Su fachada, sin embargo, se conserva sin alteraciones significativas. El inmueble es muestra de la arquitectura doméstica tradicional desarrollada en el barrio Las Aguas, de acuerdo con las técnicas constructivas de la época.

Valor estético: De acuerdo con lo descrito, el inmueble conserva su volumetría original con algunas alteraciones que no modifican su distribución en torno a un patio lateral con galerías perimetrales apoyadas en pies derechos, en simetría con el inmueble colindante, tanto en planta, como en fachada. Su estructura se mantiene, aunque la armadura de cubierta en madera fue reemplazada por otra en guadua. Asimismo, conserva su fachada, con una ornamentación modesta que se limita a un marco en el acceso y una cornisa sobre la que se apoya el alero, y se inserta armónicamente en un perfil urbano heterogéneo en términos de altura, volumetría y lenguaje arquitectónico.

Valor simbólico: El inmueble hace parte del conjunto urbano que define el Centro Histórico y es muestra de la arquitectura tradicional, con un diseño modesto de acuerdo con las posibilidades técnicas del contexto. Se localiza en el límite de la ciudad con los cerros y agrupa predios de antiguo uso industrial y dotacional. Debe su nombre a la Iglesia de Las Aguas, cuyo origen se remonta al s. XV, sobre la ronda del río San Francisco y en cercanías a la Quinta de Bolívar. En él predomina actualmente el uso dotacional universitario y residencial.