Teatro La Quinta Porra

Inmueble de 1 piso paramentado en un predio medianero con forma rectangular, cuyas dimensiones son: frente de 14.6 m y fondo de 37.7 m, logrando una proporción de 1 a 2.6 veces aproximadamente, con frente sobre la Calle 11. La ocupación del predio se realiza a través de un volumen con patio lateral y otro compacto de planta rectangular en la parte posterior, aislado del principal por un segundo patio; en la actualidad tiene uso de restaurante. A él se accede a través de un zaguán que conduce directamente al patio, rodeado por 3 galerías apoyadas en pies derechos. Hacia el costado oriental cuenta con un comedor en el espacio original de la sala, baño, cocina, y bodegas en la crujía posterior. La fachada consta de 1 piso con vanos verticales, zócalo revocado con acabado rústico y alero en madera sobre canes. Está resuelta en el plano de paramento y cuenta con 4 vanos: uno de acceso con portada y cornisa por el occidente y 3 de ventana de caja en madera con barrotes de hierro. El sistema estructural es de muros de carga en ladrillo con cubierta a 2 aguas en teja de barro y estructura de madera. Los muros presentan revestimiento de pañete y pintura, y los pisos en tablón de gres. Las carpinterías, tanto en fachada, como al interior, son en madera.

Los períodos corresponden a la clasificación propuesta por el Manual de inventario Inmueble expedido por el Ministerio de cultura. Las épocas y siglos identificados en las fichas son aproximados, clasificados de acuerdo con sus caraterísticas del lenguaje arquitectónico, estructura y materiales correspondientes. No obedecen a un estudio exhaustivo de cada inmueble, su precisión será realizada por el estudio histórico que se exija en la presentación de requisitos para su intervención.

Inmueble construido en las últimas décadas del siglo XIX o primeras del XX, correspondiente al período republicano, en una manzana de origen colonial. Destinado para vivienda, tuvo uso de teatro hasta la primera década del siglo XXI, y hoy en día tiene uso de servicios; es propiedad de Omar Enrique Porras Durán, pero no se conocen datos diseñador o constructor. En aerofotografías históricas se observa que la volumetría actual del inmueble es resultado de una intervención en la última década del s. XX, en que se modificó la tipología original de 2 patios centrales con traspatio, cubriendo el patio principal y reemplazando todas las estructuras posteriores por un auditorio. En revisión documental existen planos de julio de 1995, firmados por el Arq. Héctor Calderón Bozzi, en que se proponía la adaptación a un teatro, para lo cual se proyectaba la construcción de dicho auditorio en la parte posterior, y en julio de 1999 la Subdirección de Patrimonio de Colcultura aprobó la construcción de una viga para soportar la marquesina y graderías de la sala de teatro. En agosto de 1991 se presentó ante el Comité Técnico Asesor de Monumentos Nacionales una solicitud para reparaciones locativas en cubierta, y en 2011 se presentó una solicitud similar, la cual fue aprobada por el IDPC mediante resolución 5 del 29 de agosto de ese mismo año.

Valor histórico: El inmueble fue construido en las últimas décadas del s. XIX o primeras del XX, y pertenece al período republicano. Aunque conserva el volumen principal, con patio lateral, parte de su tipología se vio afectada al reemplazar la parte posterior por un auditorio en la década de 1990. La fachada, sin embargo, conserva su lenguaje original, con modificaciones del republicano, evidente en la regularización de sus vanos, a una edificación originada durante el período colonial. Es representativa de la arquitectura doméstica de este sector tradicional, surgido durante el período colonial, y testigo de importantes transformaciones de la ciudad a lo largo de su historia.

Valor estético: Aunque parte de la tipología original se perdió durante la segunda mitad del s. XX, aún conserva el columen principal, con su característica distribución en torno a un patio lateral con galerías apoyadas en pies derechos. Es representativo del período republicano y de la influencia del lenguaje academicista, con referencias y variaciones locales del s. XIX. Consta de una fachada plana con remate en alero y una altura que le permite integrarse de manera armónica en el perfil urbano; en ella destaca la portada, que otorga jerarquía al acceso sobre los demás vanos.

Valor simbólico: El inmueble hace parte del conjunto urbano que define el Centro Histórico y es muestra de la arquitectura doméstica tradicional, con un diseño modesto de acuerdo con las posibilidades técnicas de la época. Está vinculado al barrio Egipto, surgido sobre un asentamiento muisca en las faldas del cerro de Guadalupe, con la construcción de la ermita en 1651, y consolidado como un barrio obrero; testigo de la implementación de obras de infraestructura que transformaron la ciudad, y de importantes acontecimientos históricos, el barrio fue escenario de graves problemas de inseguridad durante buena parte del s. XX, tras el auge de la fabricación clandestina de aguardiente. Actualmente en él se desarrolla un proceso de transformación con base en políticas culturales. (Yemail, 2014)