CL 11 2 26

Inmueble de 2 pisos paramentado en un predio medianero con forma irregular, cuyas dimensiones son: frente de 14.2 m y fondo de 51.7 m, logrando una proporción de 1 a 3.6 veces aproximadamente, con frente sobre la Calle 11. La ocupación del predio se realiza a través de un volumen con 2 patios laterales y solar, actualmente con uso de hotel y restaurante. A él se accede a través de un espacio de recepción anterior a la galería del patio principal, con escaleras de 2 tramos al segundo piso. También cuenta con acceso a una bodega tras la cual existen 1 cocina, bodega y 5 alcobas en torno a los 2 patios. Adicionalmente cuenta con 3 alcobas y lavandería en la parte posterior. La fachada consta de 2 pisos con vanos verticales, zócalo pintado y alero de madera sobre canes. Está resuelta en en plano de paramento; en primer piso cuenta con 3 vanos de acceso con distintas dimensiones, el principal de ellos, hacia el occidente, con portada; en segundo piso cuenta con 3 vanos de puerta ventana comunicados por un balcón corrido en madera sobre canes con pies derechos y baranda en madera, cubierto por el alero de la cubierta. El sistema estructural es de muros de carga con entrepisos en madera y concreto, y cubierta a 2 aguas en teja de barro con estructura de madera rolliza. Los muros presentan revestimiento de pañete y pintura, y los pisos en tablón de gres, cemento y madera. Las carpinterías, tanto en fachada, como al interior, son en madera.

Los períodos corresponden a la clasificación propuesta por el Manual de inventario Inmueble expedido por el Ministerio de cultura. Las épocas y siglos identificados en las fichas son aproximados, clasificados de acuerdo con sus caraterísticas del lenguaje arquitectónico, estructura y materiales correspondientes. No obedecen a un estudio exhaustivo de cada inmueble, su precisión será realizada por el estudio histórico que se exija en la presentación de requisitos para su intervención.

Inmueble construido durante el s. XIX, en una manzana de origen colonial. Destinado para vivienda, hoy en día tiene uso de comercio y servicios; es propiedad de Abadía Colonial Limitada, pero no se conocen datos de diseñador o constructor. En aerofotografías históricas no se observan modificaciones significativas en la tipología original o en la configuración de cubiertas, ni se evidencian alteraciones el diseño de fachada. Mediante resolución 061 de septiembre de 2004 se autorizó una intervención de acuerdo con planos entregados ese mismo año, en que se propuso la supresión de muros, construcción de otros adicionales y apertura de vanos al interior para adaptar el uso actual.

Valor histórico: El inmueble, construido durante el siglo XIX, permite una lectura integral de su tipología original y lenguaje arquitectónico a pesar de sus modificaciones, de las cuales la más importante es la realizada en la primera década del siglo XXI, con la que se transformó la parte posterior para albergar los usos de hotel y restaurante. Conserva su distribución espacial en torno a patios y en algunos espacios son visibles elementos que dan cuenta de las técnicas empleadas para su construcción. Su fachada representativa de la arquitectura doméstica de este sector tradicional, surgido durante el período colonial, y testigo de importantes transformaciones de la ciudad a lo largo de su historia.

Valor estético: La tipología original es legible a pesar de sus modificaciones en la distribución espacial. Se trata de un inmueble del s. XIX con reminiscencias del lenguaje de la arquitectura tradicional con muros portantes en mampostería y cubierta en teja de barro con estructura de madera rolliza organizados en torno a patios laterales con galerías apoyadas en pies derechos. En fachada sobresale el balcón de madera y la portada de acceso principal con pilastras y cornisas; las intervenciones realizadas en el inmueble, trasformando materiales de acabados, son compatibles con el lenguaje original.

Valor simbólico: El inmueble hace parte del conjunto urbano que define el Centro Histórico y es muestra de la arquitectura doméstica tradicional, con un diseño modesto de acuerdo con las posibilidades técnicas de la época. Está vinculado al barrio Egipto, surgido sobre un asentamiento muisca en las faldas del cerro de Guadalupe, con la construcción de la ermita en 1651, y consolidado como un barrio obrero; testigo de la implementación de obras de infraestructura que transformaron la ciudad, y de importantes acontecimientos históricos, el barrio fue escenario de graves problemas de inseguridad durante buena parte del siglo XX, tras el auge de la fabricación clandestina de aguardiente. Actualmente en él se desarrolla un proceso de transformación con base en políticas culturales. (Yemail, 2014)